jueves, 28 de enero de 2016

Lo que la vida me enseñó a valorar





Lo que la vida me enseño a valorar

Cada una de las líneas que ahora escribo arranca de mí una pequeña lágrima. Pues tal vez sea el remordimiento o todos  y cada uno de los sentimientos de culpa que ahora lleva mi corazón. Siempre creí que todas las personas que estaban a mi alrededor, me iban a durar para siempre… ¡Grave error! Solía compartir muchos momentos con ellos, recuerdo siempre muchos ratos de felicidad y euforia, todo era una alegría total. Luego crecí,  y el tiempo compartido comenzó cada vez a hacerse un poco más corto. Llegan nuevos amigos, amores y demás…  y aunque el sentimiento hacia esas personas nunca cambie, empezamos a olvidarlas. Tal vez sin quererlo, quizás inconscientemente, pero dejamos de compartir con ellos momentos que simplemente en un pasado era todo lo que nos llenaban, y que nos hacía estar felices con nuestra vida. Pero a pesar de todo y aún consciente de que tenía esas personas ahí, no hacía nada por compartir ratos con ellos, aún sabiendo que su única felicidad era vivir diez minutos con los seres que amaban. Pero hay algo que siempre va a estar atado a la vida, que corre y corre y es imposible detenerlo. ¡El tiempo! Pues  este no tiene complacencia con nadie, solo avanza y avanza impulsando como un motor el tren de la vida. Y en un momento dado esas personas que amas ya no estarán presentes… y de ese tren que no se detiene algunas se bajarán. Cuando esto sucede queremos devolver el tiempo y retomar todas las oportunidades que tuvimos para hacer feliz a la persona que ya no está. A lo mejor le hicimos una promesa que nunca cumplimos, tal vez queríamos ofrecerle algo que nunca tuvieron, o porqué no ayudarlos a alcanzar su sueño. Sientes esa agonía en tu corazón, crees que es imposible continuar sin ellos. Pero el tiempo todo lo cura y llega el periodo de aceptación, y de nuevo comienzas a olvidar, pero en realidad no se olvida… sólo se supera un poco. Ahora sí que te sientes solo en la vida, comienzas a valorar lo que tenías… ¿Recuerdan esta frase? “valora lo que tienes antes de que la vida te enseñe a valorar lo que tuviste”. Nadie es eterno, nadie está para siempre, por eso ahora que estás vivo y tienes a tu lado a las personas que amas ¡valóralas! No sabes cuánto tiempo estarán ahí para ti. Hazles saber lo especiales que son, y diles lo mucho que te hacen feliz. No esperes que estén dentro de un cajón para confesarles tus verdaderos sentimientos, pues ahí ya no te escucharán… Hoy por hoy recuerdo todas aquellas personas especiales para mí, que han partido y así mismo se han llevado una parte de mi alma. En mi vida las guardo como el tesoro más grande que tengo, porque me enseñaron a cuidar de los que aún están a mi lado. Y por más tiempo que pase van a estar guardadas  en el cofre de mis recuerdos, hasta que llegue el momento de que sea mi turno de bajar del tren, no antes de haber entregado todo el amor que en mi existió para todos aquellos que en algún momento estuvieron en ese mismo vagón junto a mí. 

Dedicatoria, a todos aquellos que formaron parte de mi vida en algún momento y que hoy ya no están. 

Álvaro Agudelo

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