Una estrella en el cielo
Hola,
antes que nada quisiera decirte que mientras escribo estas letras intento contener
el llanto…
Hace
ya algún tiempo que te fuiste de mi vida, déjame decirte que no ha sido fácil todo
este tiempo sin ti, que para nadie es un secreto que por mucho tiempo fuiste mi
escudo y aun ahora que no estás sigues siendo mi refugio y mi paño de lágrimas…
Te marchaste físicamente pero todos y cada uno de los días que pasan te sigo sintiendo
a mi lado.
Déjame
decirte que aún no es fácil asimilar que no estas más conmigo, pero como
hacerlo si te amé con todas las fuerzas de mi corazón. ¿De qué manera saco de
mi mente todos los recuerdos? ¿En qué debo pensar cada vez que el llanto me
invada? ¡Esas preguntas en mi cabeza! ¡Esos pensamientos sin fin! Créeme que la
impotencia que se siente es muy grande… Por eso te pido que me ayudes y me des
fortaleza, de esa que a ti te sobraba para aceptar que estas en un lugar mejor.
Y le pido a Dios con toda mi fe que algún día me dé la oportunidad de verte de
nuevo.
¡Quisiera
decirte tantas cosas!
Suelo
sentarme en lugares solitarios a mirar al cielo, porque sé que desde una
estrella me miras. Cada vez que observo aquella estrella siento que te estoy
mirando a ti y logro sentir tu calor… Recuerdo tus manos, tus abrazos, los
momentos juntos y todas las historias que me contabas desde niño… Hoy en día mi
cabeza es como un cofre de recuerdos… y sé que estarán ahí por muchísimo tiempo
más.
Finalmente
quiero agradecerte por todo, gracias por demostrarme lo que es el amor
verdadero, gracias por tu paciencia, gracias por tus concejos, gracias por
hacerme la persona que soy, gracias por existir, gracias por haber formado
parte de mi vida y principalmente muchísimas gracias por haber sido más que mi
abuela, mi segunda madre. ¡Te amo!
Álvaro
Agudelo
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